lunes, 31 de diciembre de 2012

Lo mejor del 2012


No podía dejar que se terminara el año sin hacer un recuento de mis lecturas y decidir sobre lo que fue lo mejor. Así que en esta lista llena de buenos recuerdos les cuento sobre los 10 libros que desde mi opinión forman una buena opción de lectura, todos muy diferentes entre ellos pero con genialidad entre sus páginas. El 2012 fue un año de buenas lecturas, que no bajaron de 3/5 conmigo (lo digo en serio) y me dieron cada una lo suyo y de formas muy diferentes. 
Aquí la lista:

La cura mortal, de James Dashner. Conclusión de la historia futurista de Thomas el Corredor. Lo que para mí fue un buen final, con toques de acción y tranquilidad por igual, pero que lo deja a uno relajado sobre el grupo de personajes que tanto nos habían tenido preocupados, para bien o para mal. El que sufrió más que levante la mano. La buena experiencia en realidad va con toda la trilogía. 
Los anagramas de Varsovia, de Richard Zimler. Historia de temática polémica y argumento enganchante, en el orden que lo prefieran. Una de esas experiencias que se agradecen por completo, que fue narrado con buena mente, tiene un protagonista maravilloso y momentos bastante crudos que, créanlo o no, embellecen la historia y la voz del personaje. 
Juego de tronos, de George R.R. Martin. A penas el primero de la serie Canción de hielo y fuego. La que pondría como la mejor experiencia del año, total. Talentosa, fuerte, astuta y envolvente. No he podido leer los siguientes todavía, y no porque me den miedo los libros grandes (solo a la mano que los sostiene), sino por falta de tiempo. Estoy tan convencido de su talento que me agrada tener tanto camino por delante. 

Eterna, de Guillermo del Toro y Chuck Hogan. Uno de los mejores finales en mi experiencia si tomamos en cuenta la forma en que los autores desarrollan su historia. Fantástico por su oscuridad, recuperante para la historia. No se puede hablar de él sin mencionar la trilogía completa y su maravilloso atrevimiento de hacer las cosas tan masivas como el mundo en situación lo permita. 
Zafiro y Esmeralda, de Kirsten Gier. Juntos porque también forman parte de una trilogía. Quedé, como esperaba, encantado con la historia completa, breve y larga al mismo tiempo, de sorpresas y personalidades dignas de recordarse cuando de originalidad se trate. Muy europeo todo, y no sé si eso me guste todavía más. Imperdibles, pues. 

Puro, de Julianna Baggott. Por cambiar las ideas tan bruscamente que no faltó en muchas más listas como esta también. Sin miramientos, brusco, sincero. La aventura de Pressia y Perdiz es para recordarse siempre. Allá en un mundo donde lo bello es bien difícil de encontrar, porque se sufre, pero no imposible, en lo absoluto. Una lección que no podía faltar. 
Las ventajas de ser invisible, de Stephen Chobsky. Pues de acuerdo a la mente tan sincera de Charlie, la vida es la vida. Lo que este libro enseña, mucho más allá de un comportamiento, es una continuidad y sucesión de momentos que no paran, a fragmentos y menciones fijas que pueden cambiar todo –o mucho- en la mente de quien lo permita. Tan personal como se necesita. 
Abraham Lincoln: cazador de vampiros, de Seth Grahame-Smith. Una absoluta sorpresa, pues no es nada de lo que se cabría esperar para quien se hace ideas prejuiciosas. Para los que se permiten dejarse sorprender, tan visual como el momento lo consiga. La historia de un personaje, y su lado que cambia tanto las cosas que se vuelve memorable. El de humano. 

Robada, de Lucy Christopher. Porque cada vez que lo nombro siento ganas de volver a leerlo, y así hasta que me canse. Una historia de carta larga y necesaria, mental y envolvente. Narración que da belleza, que tiene realidad, que impregna emociones y nos vuelve completamente indecisos. Como lo dije en su momento: me robó el corazón. 
Hija de humo y hueso, de Laini Taylor. Presente por su necesaria originalidad argumental, dirección de pasados y unión de historias que parecerían diferentes (aunque sea una misma). La forma en que uno llega a apreciar una figura e idea popularmente de miedo, resulta relevante. Eso y sus detalles, le aseguran muchas palabras geniales. 

Termino el año completamente agradecido, con todos ustedes y por leerme siempre que pueden, no duden que yo también hago lo mismo con ustedes. Por todo lo dicho, bueno y sincero, durante el año. A los que me permitieron leer tan maravillosas historias, a quienes siempre están ahí para guardar silencio cuando necesito leer y gritando para cuando debo ser interrumpido. 
Muchas gracias a todos por un buen año. Me siento preparado para lo que viene. 

¡Hasta la próxima!

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Ganador del Sorteo Ghostvideño

Hola. Paso rápidamente a dejar el resultado del ganador del ejemplar de Ghostgirl: canción de navidad. Agradezco mucho a la gente que participó, la verdad es que la actividad estuvo muy fácil. 

Lista de participantes: 
1 Steph 
2 Effi night 
3 Ximy Op 
4 Penny Lane 
5 BereNiceLopezG 

No hubo puntos extra, así que los números se otorgaron de acuerdo al orden en que se rellenó el formulario. 
Y la ganadora es: 
 Xymy Op 

¡Muchas felicidades! 

Por favor, envíame tus datos (nombre y dirección) correctos a parlantesnocturnos@hotmail.com para hacerte llegar tu premio. 

*Tienes 48 horas para reclamar tu premio. Si no lo haces éste será sorteado nuevamente entre los demás participantes. 
*Si participaste en algún otro sorteo de esta temporada con el mismo premio y resultaste ganador también, debes elegir dónde aceptarás el premio y dejar el otro para volver a sortearse.

Y si no ganaron, estén pendientes al sorteo de aniversario en Enero, donde habrá muy buenos premios. 

¡Hasta la próxima!

lunes, 24 de diciembre de 2012

Ghostgirl: Canción de navidad - Tonya Hurley - Reseña

Aunque muchos pensábamos que algo así no volvería a pasar, la chica fantasma está de vuelta, de formas bastante especiales. 
La existencia de Charlotte se ha convertido en la rutina adquirida de una fantasma más con pasado optimista y triunfador. Su etapa como becaria en el Más Allá la tiene tan retenida que la mayoría del tiempo las cosas ya no le sorprenden. Y es que estar muerto tiene sus ventajas, a su manera, pero también un montón de desventajas más para quien extraña los recuerdos de cuando hubo vida. 
Este título es un, digamos, especial navideño para dejarnos ver más de Charlotte y los detalles de la vida después de la clase de Muertología, que tantos comentarios despertó. 
Se acerca la temporada navideña en el Más Allá, muy al estilo de los cuentos de temporada narrados por voces serias y profesionales en la tele, pero la vida no deja de inquietar a nuestra ghostgirl, no deja de compararse por sí sola con la muerte, de darle esa chispa que todo muerto necesita pero que pertenece a la actitud de un vivo. Charlotte se siente detenida, se ha adaptado a la forma en que corren las cosas allá y a su nueva “vida” junto a su novio Eric. 
Y es así como sin saberlo, un simple deseo antes de dormir se convierte en realidad gracias a esta general y poderosa magia navideña que envuelve las existencias. 
Charlotte despierta, con un sentimiento de recuerdo en todo el cuerpo. De vuelta en su ciudad y su escuela, con la gente que conocía y la forma en que todo solía ser allá en los comienzos de toda la historia, pero de frente a la temporada navideña. Scarlet, Petula y Damen vuelven a ocupar parte de su mente, pretendiendo de nuevo todo lo que hay por hacer sobre esas tormentosas acciones pendientes antes de morir y que aquel osito de goma y el portazo le arrancaron en un simple suspiro. 
Aquel que aprecie la historia debe saber que ésta corre en igual medida entre lo normal y lo anormal, que la mitad del tiempo las cosas parecerán no tener lógica alguna gracias a la mezcla del mundo de los vivos y el de los muertos y la forma en que funcionan, un notorio choque de posibilidades físicas y visuales. 
Y aunque en este libro en especial sea ése el mayor problema de compresión, y su punto negativo, hay que saber a qué nos enfrentamos. Muchas cosas se niegan y luego están ahí, se explican y se hacen de forma contraria, a pesar de toda justificación. Y deben saber que aquello que afecta este detalle es parte importante para entender lo que sucede sin descolocaciones bruscas, jalones de cabello o relecturas múltiples de fragmentos poco sencillos. Eso y la friísima presencia de algunos personajes que se creían rehabilitados (punto dividido para la serie completa). 
Pero el punto positivo de la historia viene de la propia justicia, de los personajes secundarios que nos dejan seguir viendo el Más Allá mientras Charlotte da sus paseos por el Aquí. La forma en que, a pesar de caer en el más recurrente cliché de las historias navideñas, intentan recuperar lo que tenían y volver a ser lo que eran antes en medio de una amenaza contrarreloj. Los demás becarios de Muertología nos siguen mostrando sus maravillosas personalidades, perfectas para sus sobrenombres impuestos al morir. 
Es especial de navidad consigue hacerse espacio entre los títulos anteriores muy en sentimiento de la temporada, con sus peculiares reflexiones y descripciones surreales. 
Charlotte tendrá que superar una vez más sus sentimientos y la forma en que la inundan los pensamientos de esperanza, o al menos intentarlo, porque para sorpresa de muchos la amenaza parece principalmente suya. 
Uno pensaría que estando muerto son muy pocas cosas las que se pueden perder, pero cuando la vida se pone en el camino, los conflictos de intereses y corrección no faltan, aunque se desconozcan. 
Canción de navidad nos devuelve lo que muchos creíamos finalizado, es un pase nuevo y seguro a la vista dividida de un personaje fantasma y sus aventuras todavía existentes. Una historia conformada por detalles mayores.
Charlotte y compañía se reúnen de nuevo para una tarjeta de temporada, y de paso vivir, por más extraño que eso parezca para alguien que está muerto. 
Después de todo, es cuando más tiempo hay por delante. 


La frase: 
Mientras contemplaba cómo bailaban en el techo las sombras de luces parpadeantes, permaneció totalmente inmóvil, con los ojos fijos y abiertos de par en par, aunque su mente estuviera corriendo un maratón. En círculos. Hacia el único pensamiento al que regresaba sin parar, inevitable, ineludiblemente. Con lágrimas fantasmas rodándole por el rostro, Charlotte susurró: 
-Ojalá no me hubiera muerto.

Ghostgirl: Canción de navidad, Tonya Hurley. 331 p. Alfaguara, 2012

¡Hasta la próxima!

viernes, 21 de diciembre de 2012

Puro - Julianna Baggott - Reseña

Encontrarse de frente con un de los mundos más complicados entre las historias de la experiencia de cualquiera podría sonar dificil, pero con este, misteriosamente acoplado con sus definitivos detalles, todo resulta bastante diferente. 
Pressia es una chica que habita en una comunidad de renegados en una parte del mundo destruida, terrible hasta los huesos. En su futuro, algo ocurrió con el mundo, alguien pensó algo y decidió que sería lo mejor, creó una cúpula y guardó gente para cuando llegara el momento de las Detonaciones. Un suceso que dañó al mundo, lo desfiguró hasta transformarlo en lo que nos adentramos. El mundo fuera de la cúpula, un lugar olvidado, con apenas esperanza de continuar con vida en uno de los territorios más duros que he leído. 
Dentro de la cúpula viven los Puros. Personas normales. Como cualquiera puede serlo ahora. Muy diferentes a lo que vive en el exterior. 
El contacto directo con las Detonaciones deformó a la gente, para siempre, de forma difícil de aceptar mientras se lee, difícil de imaginar. La narración, bastante ajena, muy en tercera persona, nos fija el mundo en principio completamente inestable, cambiante y peligroso. De forma sencilla y directa consigue uno de los estilos más curiosos del género distópico. 
La historia crea una idea que nunca deja de transformarse, de girar y girar con momentos aparentemente sencillos que implican pensamientos que muchas veces los personajes se guardan para sí mismos. Tan misteriosos que ni la reveladora narración en tercera persona de Baggott nos permite conocerlo totalmente. Gente que guarda, a pesar de todo, pensamientos propios, pues de acuerdo a su contexto éstos resultan algo muy importante para seguir adelante, con esa vida carentemente acostumbrada que a pesar de las pocas promesas te lleva a dónde no imaginaste, a sentir lo que no creías posible. 
La aparición de Perdiz, un puro con sospechas y esperanzas, en el mundo imperfecto fuera de la cúpula, cambia las cosas todavía más. Su incursión en un mundo de aire que daña, criaturas que salen de la tierra, brilla por su profundo sentido inusual. Otorgando una imagen diferente a la simple aparición de un personaje, muy normal para el lector pero que desentona completamente con el suelo que pisa. 
Y es que a pesar de lo que uno pueda pensar sobre los personajes y sus destinos antes de comenzar el libro, e incluso leyéndolo, todo puede cambiar completamente con una sorpresa recurrente pero poco esperada, sencilla pero llevada a otro nivel. 
Esta historia es una mirada directa, clara una vez que se acostumbra, a un paisaje tan visual como la mente lo permita, lleno de interrogantes de carácter y cosas que no se dicen pero se comprenden. 
Pressia lleva consigo una difícil tarea, pues a pesar de gustar a muchos también podría desagradar a otros. La experiencia previa puede serlo todo cuando se comienza la lectura de este libro, el tipo de lecturas habidas en la lista personal y la disposición del lector para con los prejuicios y clichés, pues esta historia los deja de lado, desde aquellos sobre la belleza y las historias felices, incluso allá donde todo pareciera serlo. 
El misterio que rodea las acciones y metas de Perdiz está envuelto en desconfianza y perdición, pues para sobrevivir en un territorio desconocido donde las cosas pasan de ser palabras a criaturas que quieren asesinarte, solo podría conseguirse con mucha voluntad, una concentración total en el objetivo y encontrarse con la gente indicada. Pressia y Perdiz dejan atrás muchas cosas, acompañados de Bradwell e Il Capitano, algunos con motivos y otros sin nada más que seguir y ser fiel a sus ideales a pesar de no contar con un futuro pensado, pues igual podría no cumplirse. 
Esta gente está acostumbrada a no desear nada realmente, a las decepciones, una vida sin aspiraciones de grandeza, simplemente pretenden seguir vivos, escapar o incluso morir. 
Puro antepone dignamente el género juvenil para quien lo cree insuficiente, demuestra que una historia es lo que es y debe leerse por eso. Con personajes inciertos y sorpresivos, momentos de frases cortantes y emocionantes y crueldades repentinas, nos envuelve en la irregularidad de su escenario, nos convierte en un integrante más de la compañía. 
Una historia donde saber o desconocer la verdad puede resultar igual de peligroso. 

La frase: 
La mujer cierra los ojos y murmura algo entre dientes. 
Pressia tira del abrigo de Perdiz. 
-¡Tenemos que irnos ya! 
-¿Qué ha dicho? –le grita Perdiz a la señora-. ¿La ha visto o no? ¿Sobrevivió? 
Por fin la mujer alza la cabeza y dice: 
-Él le rompió el corazón. –Y entonces vuelve a cerrar los ojos y empieza a cantar en voz alta, unas notas angustiadas y estridentes, como si intentase ahogar todo lo que le rodea. 

Puro, Julianna Baggott. 426 p. Roca, 2012

 ¡Hasta la próxima!

jueves, 20 de diciembre de 2012

Sorteo Ghostvideño

En esta ocasión regreso con un sorteo, muy fácil él, para todos aquellos fans de Ghostgirl, pues el premio es un ejemplar de Ghostgirl: canción de navidad. Muy de acuerdo a la temporada navideña, por cierto. 
Ya saben que siempre me gusta hacer los sorteos bastante sencillos, pero ahora también va a ser entretenido. Pongan mucha atención. 
Vuelvo a utilizar aquella sencilla versión de “Completa la frase”. Aunque resolver las frases es tan sencillo que no les tomará ni un minuto. 

Instrucciones: 
-Debes ser seguidor en Blogger o Twitter, o ser amigo en Facebook (cualquiera de las opciones). 
-Utiliza las Letras perdidas para completar la frase que desees. Sólo debes completar una frase, la que te sea más sencilla. 
-Responder el formulario (Donde escribirás la frase completa). 
-El ejemplar se sorteará entre todos los participantes. 
-Tienes hasta el 24 de Diciembre. El resultado se dará a conocer el día 25. 
-Sólo para México. 
*Se agradece la difusión. 

Aclaro: Las Letras perdidas no muestran todas las letras faltantes en la frase. 
*No hay puntos extra. Puedes responder ambas frases si quieres, por diversión o por asegurarte de tener alguna correcta. 
*Escribe la frase resuelta sólo en el formulario, NO en los comentarios.

Frase 1:


Frase 2:


¡Hasta la próxima!

sábado, 8 de diciembre de 2012

Esmeralda - Kerstin Gier - Reseña

Abrir el final de la trilogía que cuenta la historia de una viajera del tiempo con increíble personalidad duele tanto o más de lo que se esperaba. Nos hace sentir esa misma presión que abruma a Gwen al saltar al pasado. 
Una historia digna de extrañarse que a muchos nos gustaría continuara aún más pero es perfecto que no lo haga. 
Nuestra querida Gwen sigue en su doble conflicto existencial digno de una simpática jovencita de frente a su destino. Su todavía reciente descubrimiento de que es una viajera del tiempo, y sus encontradísimos, potentes y contradictorios (más o menos) sentimientos por el incierto Gideon. Cosas que así sólo dichas pueden sonar lo más fácil del mundo, pero en el mundo de las buenas historias -muy a su manera- no lo es. Nos sorprende, nos mantiene y, muy importante, se queda grabado por sus detalles
El lector intrigado por ver cómo se concluye una historia con semejante cantidad de interrogantes en el aire en un último libro, va a quedar sorprendido, porque lo consigue, de forma bastante inesperada. 
La aventura implica planes secretos, muy personales, y hacer cosas en el pasado para mejorar el futuro pero también el propio pasado y evitar una desgracia ante un poderoso enemigo. Y no me refiero al tiempo. Aunque éste sí ponga enfrente algunas de sus jugarretas inciertamente anunciadas para hacer más difícil el avance de la protagonista. Y es que estas páginas no guardan los pensamientos de una chica perdidamente enamorada (en su mayoría). La teoría de los viajes en el tiempo presentada en esta trilogía cautiva, se entiende poco a poco de forma razonable, aceptable. Y la verdad es que explicarla en voz alta sería muy difícil. 
Los enigmas presentados anteriormente tienen algo que ver en este, digamos, apresurado final. Porque en el tiempo de la historia no han pasado muchos días desde el primer salto en el tiempo de Gwen hasta el día en que el último título se cierra, a pesar de dejar al lector con una esperanza personal bastante relevante y tranquilizadora
La personalidad es uno de los puntos más importantes de la historia. La forma en que varios autores alemanes cuentan sus historias me encanta, pero el tinte único que Gier da a sus personajes es digno de reconocimiento, por proporcionar a cada uno su mente, sus palabras y sus problemas. Apreciando todavía más a aquellos, afortunadamente con correctas apariciones, que demuestran su perfil con diálogos chispeantes y correctos. La narración nos hace sentir lo que quiere y aparenta que es una cosa fácil
El hilo que los acontecimientos han seguido hasta ahora, frente a una completamente desconocida conclusión, da un giro total cambiando lo que teníamos pensando, de frases y revelaciones que lo serán todo cuando suceda. A pesar de los muchos puntos positivos, carga con un poco notorio desplazamiento de todo cuando llega el momento de las revelaciones. Nos deja ver lo que queremos ver, mucho de lo que ni habíamos pensado, pero también hace a un lado cosas que queríamos seguir viendo, como sucede con los buenos momentos que nos dan las historias y las ideas que implantan en nuestra mente sobre el “¿Qué pasará después?” El lector tiene entonces la total libertad de agregar su idea a la historia pero aceptar los hechos por más extraños que parezcan. 
Esmeralda nos deja ver otra cara de la historia, bastante diferente, mucho más enterada, no se detiene hasta que ya no queda más. Nos sorprende por sus cambios de camino, sus momentos encontrados y diferentes repasos que aún así no nos quedarán muy claros. Una historia redonda pero con sus dudas. 
Los viajeros concluyen, nos dejan para disfrutarlos una y otra vez con lo que hay, fácil y complicado al mismo tiempo y en formas muy diferentes. 
Gwen y Gideon, la pareja lista para saltar si lo hacen juntos. 
Gente que abre la puerta y te acompaña en tus aventuras, por más complicado que resulte el misterio. 



La frase: 
¡Era increíble poder sostener su mano y sentirla cálida y viva! 
-Habéis desordenado toda la fila -dijo en tono de reproche mientras me examinaba de arriba abajo con expresión enojada-. Y habéis empujado a miss Amelia lejos de mí con extrema rudeza. 
¡Sí, realmente era él! El mismo tono ofendido de siempre. Le miré radiante de alegría. 
-De verdad que lo siento, pero es imprescindible que hable contigo… Bien, quiero decir que debo hablar con vos de un asunto de la mayor importancia. 

Esmeralda, Kerstin Gier. 485 p. Montena, 2012

¡Hasta la próxima!

sábado, 1 de diciembre de 2012

Relato: Se acaba

-¿Y si se acaba? 
-No. Imposible. 
-Cómo que imposible, si lo dicen claro que lo es ¡Es posible! 
-Pero primero nosotros. 
-¿Nosotros? ¿No es lo mismo? 
-No. Nosotros primero, luego el mundo. Estoy seguro de que el mundo es de los que les gusta morir solos. 
-¡Pero sin nosotros no hay mundo! 
-Sin nosotros hay más mundo que nunca; jamás será tan feliz como cuando ya no nos tenga. 
-¿Es lo que cree la gente vieja? 
-No me importa la gente vieja, no me sirve de nada preocuparme por saber nada más de lo que ya sé. 
-¿Eso pasa? 
-Me pasa a mí, me siento bien estando así. 
-¿Bien siendo viejo? 
-Bien teniendo lo suficiente. Por más interesante que sea todo lo que hay por aprender, sé que no lo necesito. 
-Entonces yo tampoco. 
-¡Pero tú no eres viejo! 
-Pero te conozco. Debiste dejar que lo entendiera con el tiempo. Ahora ser viejo no me sirve de nada. 
-Ser viejo no le sirve de nada a nadie, por todo. No te gustará ser viejo. 
-¡Eso te decía! Por eso te pregunté sobre el fin del mundo. 
-Y yo ya lo he explicado. 
-Explicaste esto, sobre tu vejes, no sobre el fin del mundo. 
-Ah, ya te entiendo, ¿quieres que te cuente cómo lo imagino? 
-¡Exactamente! 
-Quien quiere algo claro debe pedirlo directo, no con esa tontería que parecía moda. 
-Moda no es, nunca ha sido moda. Futuro sí. 
-A mí el futuro, donde ya no estoy, me interesa demasiado, por eso no me gusta pensar en él. Nos pone tristes a nosotros los “viejos”. 
-Pero lo has pensado, no te atreves a negarlo. 
-Claro que no. Lo he pensado, por supuesto. 
-¿Y entonces? 
-¿Entonces qué? 
-Y dale… ¡Que me cuentes cómo te lo imaginas! 
-Sin nosotros. 
-Eso no. El fin del mun… de nosotros. 
-También me he imaginado el fin del mundo, por cierto. 
-Pues cuenta. 
-¿Cuál de los dos? 
-Los dos, que hay tiempo. 
-Bueno. El fin, nuestro fin, llega a mí por la gente tonta. Esa que se cree lista, que estudió joven, que toca la tele. Ellos, harán algún día algo muy malo, como en las películas, pero en mi idea son simplemente tontos. Esa cosa se les irá de las manos, nos enfermaremos, del cerebro tal vez, una fiebre muy fuerte, que quite todo el calor al cuerpo. Nadie vivo, nadie feliz. 
-¿Así nomás? 
-¿Te parece poco? 
-Muy, muy poco. 
-¡Pues poco tienes el cerebro! Si está bien claro. 
-Claro para ti, que te conformas con poco. 
-No es poco, es suficiente. Me lo imagino y ya. Tal vez sea al hielo o el sol, el agua o el sexo. 
-¿El sexo? 
-El sexo enferma, antes no. Te enferma el cerebro, te da comezón. Si no fuera por el tonto y el chango otra cosa hubiera sido. 
-Otra enfermedad, querrás decir. Siempre hay una. 
-Y habrá más. 
-Ah, sí. Montones de más. 
-¿Ya entiendes? A eso me refiero. 
-Sí, sí. Creo que te entiendo. 
-Perfecto. 
-¿Y el mundo? 
-Nah… es cruel pensar en eso. Lo quiero mucho como para contarlo. 
-¿No me quieres a mí, tu nieto? 
-¡Te quiero! Pero no como al mundo. 
-Con que me quieras debería bastar, no te puede hacer más el mundo; ya eres viejo. 
-Que me mate y verás, nomás por decirlo. 
-¡Miedoso! 
-Miedoso, tú. Eres de los tontos. Y peor aún: de los que no saben nada. Si no, no me estarías preguntando. 
-Miedoso, tú, te digo. Le temes al mundo. 
-Le temo, como todos, pero yo ya me di cuenta. 
-¡Cuenta! No se puede enojar más el mundo, tus palabras no le harán nada. 
-Harán algo, en ti, y tú estás en el mundo. Formas parte de él. 
-Entonces, entiende, no se va a enojar. No puede sentir diferente a como lo hago yo. 
-Jamás debí decirte esto. Ni me acuerdo de dónde salió esta conversación. 
-De los dos. 
-De ti, estoy seguro ¡Agitador! 
-Por favor, abuelo. ¿Me vas a contar? 
-No debería. Pero ya quiero que te calles. En cualquier momento me da sueño. Lo soñé una vez, por cierto. 
-¿El fin? 
-Sí. El fin. Feo todo, espero que no sea así. 
-¿Tan feo? 
-Horrible. Ahí estaba Carmelita, la que desgreñó a la abuela. Esa mujer, ni muerta me deja en paz. Pero no le cuentes a la abuela. Le conté de mi sueño esa mañana hace algunos años, torció la boca y me dijo: ¡La muy maldita! Ya te veo soñando con ella, viejo sonso. Si no la hubieras querido no la estarías soñando. Le dije entonces que no me gustaban sus ojos, la pobre Carmelita los sufría mucho. De un color diferente todos los días. 
-¿Y eso qué tiene que ver? 
-A eso voy, a eso voy, no seas glotón. Te digo eso porque los ojos de Carmelita, los reconocí enseguida, estaban mirando al cielo. Bien cerca, estoy seguro que si hubiera dado un salto lo habría tocado. Sus ojos combinaban con el cielo, también. De venas, sonrojados, irritados, pero no tanto. Así es el cielo en sus tardes bonitas. Cuando el día no fue tan malo y le quedan ganas de despedirse con nubes desteñidas. La gente lo mira y dice: “qué bonito cielo”, un ratito, luego se van. No saben aprovechar, por no mirar al cielo es que necesitan lentes. 
-¿Y luego? 
-Se quemaba. Se volvía rojo, preocupante, naranja. Fuego. Hacía calor. Ni tiempo de gritar tuvo Carmelita. Sus ojos, al menos, lo único que le vi, se derretían, como vela barata, de esas que manchan las mesas. Quemaba el cielo, seco, rudo. El sol traicionaba al mundo, nomás porque puede. 
-¿Tú crees que sea así? 
-Con que no lo vea me conformo. 
-Todavía te veo bien, chance y llegas. 
-Yo mismo te aviento al cielo si me toca verlo. Pero yo sé que no. No hace falta amenazar. Ni tú mismo verás algo así. No creo que sea así, exactamente. No creo que sea de ninguna forma pensada o por pensar. Sólo los viejos le atinarían, y el mundo es viejo. Espero tenga la razón, sobre su propio fin, y esté preparado. Valiente para cuando llegue. 
-Me pones triste. 
-Si lo decía por animarte. Tú me preguntaste, para empezar, le puse mi toque de bien, para que suene bonito. 
-Si bonito sí suena, pero a la forma triste. 
-¿Eso se puede? 
-Me sorprende que lo preguntes. Tú eres el viejo, tú deberías saber. 
-Pues… sí. Pensando creo que lo entiendo. Pero no todo lo triste puede ser bonito, si no la gente no lloraría amargo, sintiéndose el centro de lo injusto. 
-¿Pero crees, de verdad, que en algo le atines con ese sueño tuyo? 
-No creo, no quiero, no puede ser así. Aunque nadie lo vea, quemarse vivo está feo. De lo peor. 
-De algún lugar tuvo que haber salido ese sueño. 
-Fabricado, por el día. Pensé en Carmelita. Nunca supe si había muerto, pero estoy seguro que sí. Espero haya sido feliz, en lo posible. Yo miraba el cielo, era de esos días, como te dije. La abuela manchó la estufa; se le pasó la leche. Así se crean los sueños. Fue obvio cuando me puse a pensar. 
-Pero no todos. 
-No, claro que no todos. Este, por ejemplo. 

Autor: Erickold.

Escribí este relato hace unos meses, sin pensarlo ni planearlo. Salió, con voz y todo. Lo leí hace poco y le encontré montones de significados. Se me había olvidado que lo tenía, ya me conocen. 

¿Qué les parece? 

¡Hasta la próxima!