viernes, 18 de mayo de 2012

Túneles - Sonya Hartnett - Reseña

Las preocupaciones que asechan a la familia Flute son completamente profundas, las trae el viento, un viento vivo que tiene tantos humores como cualquier persona. De alegres a tristes y trágicos. Túneles es la historia de esta familia, o al menos parte de ella. La mala, puede decirse. 
La casi numerosa y sin dinero familia Flute que vive de conejos. Los vende, los come, y aunque esté harta de ello, sabe que lo primero es vivir. 
La voz de Harper, nuestra joven protagonista, pinta las cosas como su vida le ha enseñado. Soñando con los pies en la tierra, soñando sentimientos y objetos en un real, muy real, alcance de posibilidades. Y es que el tiempo en el que se sitúa la historia es malo, luego de la guerra, con crisis, con gente que huye y es obligada a ser mala para vivir. 
Pero lo que Harper cuenta en esta historia tiene que ver con su hermano Tin. El niño que estuvo a punto de morir enterrado junto al río y aún así, contra cualquier opinión, continuó con vida. Tin, que un buen día comenzó a cavar túneles bajo la casa y luego de un tiempo la tierra se convirtió en su hogar. 
Las distintas opiniones que Harper tendrá de Tin a lo largo del libro son las mismas que uno como lector puede imaginar. Todas las que un personaje tan misterioso y de pocas explicaciones como Tin pueden despertar. 
Para comprender el efecto que esta historia tiene en quien la lee no hay otra forma que conocerla. Como muchas de mis lecturas recientemente estoy seguro incrementa la forma en que uno se siente con su vida, sea cual sea el sentimiento, hasta niveles insospechados. 
Porque túneles es una historia para pensar en salir adelante teniendo paciencia para ello, soñar con hacerlo hasta cierto punto de seguridad. Y aunque es verdad que los personajes nunca esperan nada y lo que nos cuenta es meramente la vida de una familia pobre en punto de depresión existencial, las sorpresas no faltan. Y cuando aparecen lo hacen en grande. 
Eso me agrada. 
Si vas a hacer algo, hazlo bien, dicen algunos. 
Sonya Hartnett nos muestra de nuevo una historia de vida, la de Harper, con los cambios que surgieron. Con superaciones inesperadas pero que siempre estuvieron en los corazones de los personajes. 
Para demostrar cómo apreciar la vida. Cómo todos, después de todo, elegimos nuestra propia forma de vivir, la que nos conforme o nos haga sentir nosotros mismos. Porque mentes hay tantas y son tan únicas todas que nadie debe pretender entender nada. 
Este libro tiene un motivo. Pueden ser todos o ninguno. Como dije: cada mente es única y estoy seguro será diferente con todo aquel que se atreva a leerlo. 
Aquí está la familia Flute. Que vive sobre túneles y un chico sin palabras rodeado de tierra, pero con mucha mente. Y un desconocido, puede que hasta para él mismo, objetivo sobre sus acciones. Su instinto. Tal vez nunca lo sabremos. 
Definitivamente, una historia para no dejar de pensar. 

La frase: 
-Tin –dije-, sé que lo intentaste. Sé que escarbaste lo mejor que pudiste. 
A su rostro lo invadieron la derrota y la angustia a tal punto, que mi corazón pegó un salto y se rompió sin más. Me quedé allí sin otra cosa que decir, con la garganta y lo ojos áridos de tan resecos. Insectos de orillas filosas pasaban zumbando cerca de mí en el calor de ese día blanco sin aire. 
 
Túneles, Sonya Hartnett. 238 p. Ed. Castillo, 2011

¡Hasta la próxima!

4 comentarios:

Leyna dijo...

No me llama, ¡pero gracias por la reseña! ^^

Un abrazo =)

LittleReader dijo...

No me acaba de convencer pero gracias por tu reseña ^^

besitos<3

Anónimo dijo...

necesito 10 frases de este libro AYUDAME!!!

Unknown dijo...

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