domingo, 22 de enero de 2012

El tema: El humor de los protagonistas masculinos


Estrenamos sección, que bien podría haberse adaptado a otra que ya existía pero checando mis aclaraciones técnicas vi que no se podía, donde tocaré esos temas de la literatura, en mi experiencia, sobre esto o aquello de algunos detalles en cualquier parte de las historias que he leído. Y próximamente, las que leeré.

Encontrar protagonistas masculinos en la literatura juvenil actual no es muy común, pero si sabemos buscar seguro los encontramos, aunque no es malo establecer un equilibrio de narraciones, incluso de géneros o temas, algo hay de atractivo en seguir leyendo el patrón. Sin embargo, tampoco he leído constantes y numerosos protagonistas masculinos, en los que la narración dependa de ellos, y es por eso que he dejado que los protagonistas, los chicos en turno para las sufridas y, en ocasiones, anormales protagonistas, formen parte de esta lista. Desde los buenos hasta esos que nos hacen decir: No podría ser más insoportable, o, Llévatelo, o vas a terminar con un Jace.

¿Las protagonistas, algunas sin mucha voluntad, tienen la culpa de terminar con chicos que son la bomba de humores? Que tienen mil diferentes, te besan y luego te miran como su fueras vómito. Algunas veces sí, pero recuerden que eso de los humores está de moda. Dicho, señor Jace, que vino a contagiar a los chicos, todos bien "chulos". Primero, dicen, se fue a Inglaterra, a darle clases a un señor llamado Gideon, sí el chico Diamante, luego éste, señor brillante, viajó atrás en el tiempo, cosa que le sale natural, y le contó al "caballero" Will, que vivía en un instituto ruinoso y rechazó las clases de su compañero, allá le llaman parabatai, Jem. Seguro a este señor, misterioso a más no poder, cosa que forma parte del problema, escribió un libro, que afortunadamente nunca llegó a publicarse, llamado: El manual del patán. Practica tus humores y vuélvelos parte de tu vida, que, curiosamente, encontró un señor llamado Patch, que entre las cosas súper confusas que hace, digo: no entendí varias, se encargó de distribuir dicho texto por el cielo, pero los ángeles oscuros también quisieron conocerlo, y cuando se fueron al infierno se lo llevaron con ellos, contagiando a muchos de los demás protagonistas que según normas son creación de demonios, o ellos mismos. Así, señores, parece ser el cuento de los humores.

De entre tantas copias ilegales debió surgir una deformación en la letra, porque llegó a la manos de un chico, simpático él, llamado Ethan Wate, que, dándole vuelta y vueltas, pensando que estaba al revés, o tenía un glamour encima, no entendió ni la mitad del texto, y quedó echado a perder, sin identidad. Pero había otro muchacho, un par de ellos, mejor dicho, que tuvieron la mejor educación del mundo, a quienes sus padres enseñaron a ser cosas que no querían ser, aunque en el caso de uno podemos dudarlo. Will, el enamorado de la señorita Jacinda, ella sí de humor cambiante, por otras razones internas, consiguió posicionarse como un buen entendedor, que no sentía las damas le hablaban en otro idioma, algo así cómo: Bla, bla, bla, bla. ¿Bla? y, tengo que aceptarlo, sabe por qué las muchachas se destruyen entre ellas para tenerlo. Aunque si de coincidencias se trata, agreguemos la confusión, no nos olvidemos del desconocido Lucian, que aunque no sabía de dónde venía, ni quién era, se hizo fuerte, y aunque misterioso, buen representante de la normalidad masculina, si nos olvidamos de unos lineales detallitos.
Dejo claro que, en mi tono, como neutros a dos señores, que nos llevan siempre de la mano. Don Harry, apellidado Potter, que entendí perfecto, porque no había sabido nunca relacionarse con chicas sino hasta que la cosa surgió, así como un hechizo convocador. Y, claro, Mr. Percy, entre lo pupular Jakson, que, la verdad, no conozco mucho pero sus métodos no me son desconocidos.

Y podría seguir con la lista. Decir que el manuscrito fue desterrado de nuevo a la tierra, como un castigo del cielo por tanto pecar, y echar a perder tanto muchacho. Pero para entonces ya había pasado mucho tiempo y los señores distópicos, con fuerte identidad y ganas de vivir, lo encontraron, allá enterrado como un fósil, chamuscado por los bordes.
A los protagonistas, mujeres u hombres, hay que entenderlos un poco para no terminar equivocándonos con ellos.

¿Quieren saber más de la historia?
Yo no. Y creo que no vale la pena ni rezar por la salvación de tanto atractivo masculino podrido en humores del demonio, digo mezclando palabras de las chicas con las mías. Que sea lo que el ángel quiera. Y, Dioses, ya estoy viendo que hubo tiempos en que esto no existía todavía, tiempos de reinos y temporadas largas que se salvaron de esto pero, ya les digo, tenían problemas mayores.
Pero de eso hablaremos en otra ocasión, que entre historias y rencores para detalles todavía me queda un buen trozo.


¡Hasta la próxima!

4 comentarios:

LittleReader dijo...

Muy buena la reflexión ^^

besitos<3

Maria Gabriela dijo...

me encanta la entrada, tienes muchisima razon pero eso no quita que los amemos una que otra vez me encantaria matarlos pero bueh! jaja :) espero con ansias la proxima entrada de esta seccion

Karla Cruz. dijo...

:D Está muy bueno el tema y espero que no me maten pero solo conosco a Harry Potter xD (Bueno, solo he leído los libros de él y he visto las películas) y es cierto, las chicas querían andar con él y él nunca fue bueno relacionandose con ellas. xD
Saludos.

RaquelHerondale dijo...

Muy Interesante,...a pesar de que hay momentos en que quiero golpearlos, termino perdonándoles y queriéndolos...xD Esperare la continuación...